Leo en un
artículo de J.A. Aunión (Los presupuestos educativos pierden 3.000 millones desde 2010) publicado en El País que la inversión en educación (tanto del Ministerio como de las Comunidades
Autónomas) se ha reducido en un 6,3% (unos 2.800 millones de euros) desde 2010
según una estimación de CCOO. Pero esa cifra aumentará en los próximos meses
con el recorte de casi 500 millones en los presupuestos para 2012 del
Ministerio de Educación y Cultura. Mientras tanto, en un universo paralelo, la
educación concertada en ciertas comunidades autónomas ve como las dotaciones
económicas que recibe de la Administración pública aumentan (aunque en otras
CCAA, como Valencia, existen retrasos en los pagos a centros concertados). Por
ejemplo, en Cataluña se aumentó la concertación a centros del Opus Dei, que
segregan por razón de género, mientras se reducía la aportación al servicio
educativo público. Y se suprimió el impuesto de sucesiones, reduciendo
significativamente los ingresos (en un momento donde hacen más falta que
nunca).
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(Gráfico que aparece en el artículo de J.A. Aunión publicado en El País) |
El dinero
destinado a educación (a mi entender, insuficiente) no es un gasto o un
dispendio, es una inversión: según un estudio reciente, por cada euro invertido
en universidades, se produce un retorno a la sociedad del 180% (es decir, la
sociedad recupera 1,8€ por cada euro invertido).
Los elementos expuestos
anteriormente sirven para probar que estos hachazos a los presupuestos de
educación se hacen por motivos ideológicos pero con la excusa de la situación
económica. Si hace falta recortar tanto, me pregunto, ¿por que se suprimió el
impuesto de sucesiones en Cataluña? ¿Por qué se renunció a ingresar centenares
de millones de euros que hubiesen minimizado o hecho innecesarios los recortes
en educación y sanidad? La respuesta es sencilla: porque los gobiernos de
derechas de CiU, en Cataluña, y del PP en casi todas las CCAA y el Gobierno
central, no tienen como modelo de educación un sistema público, con una inversión
económica importante adecuada al numero de estudiantes y a las necesidades de
estos. Es vital que el Estado garantice el acceso a una educación pública,
laica y de calidad a todos y todas, independientemente de su origen
socioeconómico. Y eso solo puede garantizarse con un sistema educativo público bien
dotado, bien gestionado, que no discrimine por razón de género, nivel económico
u origen cultural. La calidad de la educación se encuentra en la educación
pública, aquella que ofrece igualdad de oportunidades, no en la privada, que
solo acepta a los que se lo pueden permitir, aumentando así las desigualdades de
esta sociedad. Una formación de calidad aumenta las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo digno que, a su vez, permita tener una calidad de vida decente.
Así pues, no nos
engañemos. Los recortes en educación, en sanidad y los más recientes en I+D+i, son un hachazo ideológico para beneficiar a los más favorecidos, para hacer que
las élites sean más élites. No es por economía, es por ideología.
Molt cert. Les retallades en educació només tenen un objectiu, el d'expandir la òptica neoliberal a tots els camps. Això implica enretirar el sector públic de les àrees que li són pròpies per a deixar-hi estendre la catifa del món privat, per tal que hi faci benefici. Tanmateix, si bé podem discutir-ho en termes d'empreses, considero que en l'àmbit educatiu no és discutible, atès que suposa excloure molta població d'un servei bàsic o, si no excloure-la, donar-n'hi un de qualitat inferior.
ResponEliminaSobre els ingressos, només dir que les esquerres han igualment negligit.